Eurínome, diosa de Todas las Cosas

Nix Ruo eligió un nombre muy especial para esta pintura "Eurínome". Es un nombre utilizado para muchas diosas según la región, la más importante es la que le dio la cultura helénica, que decía que ella era la creadora del universo. En esta pieza clave, el artista argentino cubrió el fondo del enorme lienzo con un gran despliegue de tonos cromáticos, inspirados en los cambiantes procesos de la lírica de la "Madre de la creación", su nombre significa “amplio gobierno”, en el mito pelasgo, al final del Paleolítico Superior, 10.000 a. C.
Eurínome - Nix Ruo
Acrílico - Lienzo de 90 x 120 cm

Mucho tiempo después pasó a la mitología griega clásica como una de las Oceánidas, su culto se fundió con el de Artemisa y con el de las tres Gracias, de las cuales se la hizo madre. Hija del dios Océano y la titánide Tetis. Luego de ser desterrada del Olimpo por Rea y Cronos.

En el principio Eurínome, surgió desnuda del océano primigenio pero no encontró nada sólido donde apoyar los pies. Entonces separó el océano del firmamento y danzó solitaria sobre las olas. Danzó y de sus movimientos surgió un viento como algo nuevo y aparte con lo que se podía comenzar la creación. Entonces la madre de todas las cosas se dió vuelta y tomó ese viento, lo frotó contra su cuerpo modelándolo, le dió forma de serpiente y la llamó Ofión; también conocida como Bóreas o Viento Norte. 

Eurínome continuó bailando, cada vez más agitada y exaltada y la serpiente Ofión deseó unirse a la creadora. Ella lo consintió y ambos se ayuntaron. Luego, Eurínome se transformó en paloma, empolló sobre las aguas y puso el Huevo Universal. Por su mandato, la serpiente Ofión se enroscó siete veces en torno del huevo y lo incubó. 

Más tarde, el huevo se abrió en dos y de él salieron todas las cosas que existen: el sol, la luna, los planetas, las estrellas y la tierra con sus montañas y ríos, árboles, hierbas y las criaturas vivientes; los hijos de la Creadora. 

Eurínome y Ofión fijaron su residencia en el monte Olimpo. Mas tarde, Eurínome envío a la serpiente Ofión a las profundidades de la tierra para que se ocupara de los procesos de vida, muerte y renacimiento y cuentan al penetrar en la tierra la serpiente perdió los dientes que quedaron en el seno de la tierra.

Observar a Nix Ruo es descubrirse a uno mismo al cuestionar nuestro el respeto por la diversidad y la diferencia.



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