Nix Ruo rompe lo bidimensional de su “Teogonía Plástica” con su instalación "ATENEA NOS AYUDE Y NOS PROTEJA", en la búsqueda de un dialogo de su obra con el ámbito donde hoy se exhibe su trabajo, en CAMARGO 1020 Espacio de Arte en el barrio de Villa Crespo.
por Maximiliano Florencio
Director de CAMARGO 1020
Frente a su pintura de Atenea (2019, Acrílico sobre tela, 120 x 250 cm) Nix Ruo levanta un altar con los resabios que quedaron en desuso por los albañiles que trabajaron en la puesta en valor del edificio en donde hoy funciona CAMARGO 1020; un antiguo taller de autos transformado en galería de arte. El artista tomando elementos en el lugar se dispone a evocar el mito tradicional de la cultura occidental helenica para que “nos ayude y nos proteja”, pero la humildad del material y los tachos de pintura nos hablan de los más vulnerables rogando el milagro. La diosa altiva, pieza de arte y debajo el ruego es una clara crítica a la desprotección del sistema en el que vivimos de los que están excluidos y son marginados sin miramientos.
¿Acaso el arte contemporáneo no hace lo propio? Es un interrogante que se desprende de esta instalación de Nix Ruo y que invita a la reflexión de todos los gestores y productores culturales sobre los discursos que se emiten. Hacia quienes están dirigidos y si hay un compromiso a un llamado amplio a la sociedad, sin elitismos y con vocación de hacer al arte contemporáneo accesible a todos los extractos sociales.
Nix nos recuerda que Atenea fue una de las diosas más representadas en el arte griego. La siempre virgen. Deseada por dioses, héroes y mortales. Su simbolismo tuvo una profunda influencia en el pensamiento griego, sobre todo en los conceptos de justicia, la sabiduría y la función civilizadora de la cultura y las artes, cuyos reflejos se perciben aún hoy en todo Occidente.
Además de las invenciones relativas a la agricultura, también se le atribuían otras relacionadas con varios tipos de ciencia, industria y arte, y todos sus inventos no son del tipo que los hombres harían por azar o accidente, sino que requerían reflexión y meditación. Pueden señalarse la invención de los números, del carro y de la navegación. En la historia ateniense enseña a Erictonio a atar sus caballos al carro, y en la corintia enseña a Belerofonte a dominar a Pegaso.
Respecto a todos los tipos de artes útiles, se creía que había familiarizado a los hombres con los medios e instrumentos que eran necesarios para practicarlas, como con el arte de producir fuego.
Las habilidades de Atenea fueron importantes y además de todas las artes mencionadas se considera la inventora de instrumentos musicales, como la flauta, invento ya mencionado y la trompeta. Pero es más importante aún el hecho de que se la considere la creadora de artes industriales y agrarias esenciales para el desarrollo de las civilizaciones primitivas, como la alfarería, el arado, el rastrillo, la yunta de bueyes, la silla de montar, el carro, y el barco y, como diosa de la guerra, dominaba la estrategia y la táctica, incluso mejor que Ares, conociéndose que asesoró a numerosos estrategas en las batallas que los griegos mantuvieron con otros pueblos tal y cómo nos relatan las fuentes. No obstante todo esto, con el tiempo, fue siendo conflictivo, pues dar a una mujer todas estas habilidades acabó por ser un problema, y aunque se sabe que en la época cretense eran las mujeres las que fabricaban las piezas cerámicas, y lo mismo ocurría con los instrumentos agrícolas, en la época clásica los griegos ya no concebían que el artesano fuera de sexo femenino, y poco a poco fueron dejando estas leyendas en el olvido, hasta conseguir diluir los hechos y de esta manera consiguieron alejar a Atenea de estas cuestiones reservándole únicamente las relacionadas con las mujeres
Atenea promocionaba la prosperidad interna del Estado, al fomentar la agricultura y la industria y al mantener la ley y el orden en todas las transacciones públicas, y de la misma forma también lo protegía de los enemigos extranjeros, y así asumía el carácter de una deidad de la guerra, aunque en un sentido muy diferente al de Ares, Eris o Enio. Según Homero ni siquiera llevaba armas, sino que las tomaba prestadas de Zeus, guardaba a los hombres de la masacre cuando la prudencia lo requería, y repelía el salvaje amor por la guerra de Ares, conquistándolo. Atenea no ama la guerra por sí misma, sino solo por las ventajas que ganaba el estado al emprenderla, y por tanto sólo apoya aquellas empresas bélicas que se iniciaban con prudencia y que probablemente arrojaran resultados favorables. En época de guerra, las ciudades, fortalezas y puertos quedan bajo su especial protección.
Como diosa prudente de la guerra también era la protectora de todos los héroes que se distinguieron por su prudencia y buenos consejos, así como por su fuerza y valor, como Heracles, Perseo,Belerofonte, Aquiles, Jasón, Diomedes y Odiseo.
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