El rapto de Perséfone

Nix tiene un estilo sutil atractivo. Es un artista inquieto, capaz de llevar adelante producciones distintas y personales en diferentes circunstancias. Una de las distinciones más significativas de sus obras, es que refleja claramente la generación de realidad propia por el cual transmite el sentido de una visión espiritual más grande cuando decide plasmar la expansión de la conciencia sin formas pre-establecidas.

Por Maximiliano Florencio
Curador - Director Artístico

El rapto de Perséfone de Nix Ruo
Acrílico sobre lienzo de 150 x 150 cm

"El color es un medio para expresar la luz, 
pero no el fenómeno físico, sino la que existe 
en el interior del artista" 
Henri Matisse

La evolución de la pintura de Nix Ruo expresa que la realidad sagrada del cuadro queda supeditada a la realidad de las relaciones internas establecidas en el diálogo con el resto de su Teogonía, esto es, junto con su propia autonomía, se aprecian mucho mejor las características plásticas de la configuración de manera fugaz del tiempo - kairos - y sus circunstancias. 

"Pintar la Teogonía Plástica es un camino, un proceso extenso, que se va develando poco a poco. Lejos de ser una circunstancia o un pasatiempo es un viaje innmaterial que trato de expresar cuando me detengo ante el lienzo en blanco" suele expresar Nix.

Los griegos llamaron kairos, a diferencia del monótono tiempo secuencial (chronos), a ese instante fugaz, momento adecuado, en el que algo importante sucede. Kairos es la ocasión, la oportunidad favorable que cambia el destino de la persona.

La estructura dinámica del cuadro adquiere así un protagonismo que, si bien es cierto que siempre ha sido determinante en sus pinturas, con las actitudes tan libres y más personales, el rapto de Perséfone se presenta despojada de cualquier otra consideración, en sí misma, la vitalidad que posee en un primer plano de atención pone en evidencia la trascendencia. 

Es decir, la obra presenta un ente creador que fermenta como una visión de lo que podría ser, por medio del impacto psicológico del color y sus espontáneos rasgos, por donde interpela a los espectadores.

Dice Ausonio (*), que la metanoia, camina en pos del kairos cuando este emprende su fuga. El kairos es único e irrepetible. Si se aprovecha el instante, se eterniza; cuando se duda, se esfuma, como todo lo pasajero. Kairos es el siempre hecho hoy y ahora para que el instante se transforme en un siempre. Tal vez sea eso lo que nos acerca el artista.


El mito

¿Quién era Perséfone?

El dios Zeus había tenido una hija con Deméter a la que llamaron PerséfoneProserpina para los romanos, quien una vez se encontraba jugando y recogiendo flores en un bosque próximo a la fuente de Pergo con sus amigas intentando recoger las flores más bellas para fabricar unas guirnaldas.

El rapto de Perséfone

En un momento en el que no estaba junto a su grupo, el dios del mundo subterráneo Hades, comenzó a espiarla y se enamoró de ella. Cada vez que la veía se obsesionaba más con ella hasta que un día montó en su carro y rápidamente se acercó al grupo de chicas y aunque éstas huyeron aterrorizadas, pudo dar con Perséfone y llevársela consigo.

De esta forma, la joven Perséfone fue llevada al mundo de las sombras y tinieblas, obligada a convertirse en la esposa de Hades.

Deméter, su madre, no hacía más que buscarla por todos los rincones del mundo conocido, sin descanso. Deméter era una diosa que tenía bajo su responsabilidad a los pueblos agricultores y gracias a ella las semillas tenían la capacidad de germinar, que los árboles diesen su fruto y que los cereales madurasen y hubiera buenas cosechas.Finalmente encontró el cinturón de la hija que había perdido en el forcejeo, lo que hizo que Deméter maldijese a la Tierra y todo lo que hubo sobre ella cambió radicalmente, el cielo dejó de ser azul y se tornó plomizo, los árboles perdieron sus hojas, desaparecieron las flores, las cosechas se marchitaron y los lagos y ríos se helaron completamente.

Apolo, el dios luminoso, decidió ayudar a Deméter, quien había subido hasta el Olimpo a pedir ayuda a Zeus, quien también la ayudó revelándole dónde se encontraba y que estaba sana y salva, lo que tranquilizó a la madre.

La obra expuesta en Camargo Espacio de Arte

La decisión de Zeus

A quien no tranquilizó la situación fue a Zeus, dado que tenía en mucha estima a Deméter.

De este modo, decidió interceder con su hermano Hades, a quien ordenaría que Perséfone sería su esposa durante seis meses y el resto del año estaría con su madre, para poder disfrutar de la cálida luz del sol.


(*) Escritor latino nacido en Burdeos a comienzos del siglo IV.

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