El pintor abstracto de la mitología plástica nos presenta una innovadora pintura donde trata de revelar el drama arquetípico por excelencia: la búsqueda de nuestro Yo del sentido. Nix rescata fuertemente que se pueden tener convicciones firmes sin necesidad de absolutizar ninguna idea. La obra que llevará el nombre de la futura muestra en "CAMARGO 1020 Espacio de Arte" ya se ha trasladado al lugar donde nos revelará que nada es irreversible.
por Maximiliano Florencio
Curador
Todo mito contiene un secreto oculto. La obra de Nix no representa figuras, objetos o personas, sino que utiliza un lenguaje visual propio con significados variados, sin imitar o representar nada de lo natural. Lo que siempre parece interesarle es el color, la luz y sus posibilidades expresivas. 
Retroprogresión de Nix Ruo
Acrílico sobre lienzo de 180 x 200 cm
Es un estilo que hace foco en los detalles cromáticos y los profundiza a través de la acentuación de los rasgos por la cantidad de material aplicado reforzando lo más significativo. Expresa el arte de tenerse en pie en la era de la complejidad y la incertidumbre.
Cada una de sus pinturas nos invita a contemplar desde lo cromático las pruebas que nos interpelan a restituir la propia sombra. La dinámica de sus espátulas sobre los lienzos nos empuja a sentir la necesidad de integrar lo opuesto para ser regenerado o iniciado en un proceso que puede entenderse como retroprogresivo.
"Ir simultáneamente hacia lo nuevo y hacia lo antiguo,
hacia la complejidad y hacia el origen".
El término acuñado por Salvador Pánkiner hace años como una forma de integrar la secularidad racionalista de occidente y un misticismo oriental no dualista.
Una vez más trata de hacer un arte diferente. Es decir, en su pintura se perciben propiedades que por sí mismas expresan, sin intermediarios, la energía de la trascendencia y que suscitan resonancias de gran intensidad. Es decir, una lucha vital por el sentido, que nos permite a los espectadores sentir el desplazamiento de una visión egocéntrica hacia algo más grande que el yo. La libertad y el bien no se imponen, se contagian.
Esta obra nos lleva a descubrir que los relatos míticos tienen una función básica que es guiar al espíritu humano en medio de la incertidumbres, en los terrenos no protegidos, cuando se rompen los esquemas y se deja atrás lo limitado, lo fijado, junto a todas las reglas. Su vigencia de extrapolación nos ayuda a transitar "nuestros propios tiempos extraños" del post covid-19, de la guerra en Ucrania y del cambio climático. Sus cuadros nos permiten volver al interior de uno mismo y transmiten un profundo mensaje de trascendencia que viene cifrado en símbolos.
Su enfoque pretende redescubrir el misticismo junto con los aspectos retóricos de sus combinaciones espontáneas. Nix pinta en clave de metáforas míticas. Esa disrupción nos refleja que es heredero de la posmodernidad, porque en él también cobran importancia las maneras de “resignificar” la aparición del inconsciente colectivo en la "forma sin forma" de sus pinturas.
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