TIRESIAS "VER MAS ALLA SIN VER"

Nix Ruo nos trae una obra texturizada original de su serie "Teogonía Plástica" denominándola Tiresias. Quien era considerado por los antiguos griegos como el adivino más importante y poderoso, adquirió el don de la clarividencia tras quedarse ciego.
por Maximiliano Florencio
Curador
TIRESIAS de Nix Ruo
Acrílico sobre lienzo de 80 x 100 cm

No hay abstracciones inocentes en el arte de Nix. Cada gesto de sus espátulas implica que ha realizado la tarea intencional de seleccionar aquello que parece representativo de un todo, o que, incluso, desatiende deliberadamente el todo para enfocarse en los énfasis. Es una suerte de noema que trata de plasmar lo emocional de un momento.

Junto a la paleta de colores seleccionada podemos percibir una suma de detalles acumulados y no una totalidad orgánica de un conjunto que abre la puerta a la coexistencia de lo diverso, de lo ideal y lo material, en suma, la ambigüedad de la condición humana. 

La serie "Teogonía Plástica" desconfía de la aprehensión óptica de lo inmediato de las apariencias, no quiere coincidir con ellas, y prefiere la experiencia interna de la libre posibilidad de lo real. Trata de descifrar potencialidades, alcanzar "un símbolo objetivo del ser y de la relación humana con ese ser" (Sartre), mediante una elección que se verifica a través de la independencia estético-formal, como si ella fuera la más adecuada para develar algo que al artista se le oculta en la indiferencia de lo real.

"Porque el mundo no es uno sólo, ni es chato ni semejante a sí mismo, la abstracción es la vía más directa —aunque más arriesgada— para transmitir nuestra perplejidad ante él" dice Nix. 

De hecho, su obra de arte no tiene la misión de ser prolija, perfecta en su total captura del todo. Al contrario: existe para darnos la impresión de ser cabal y completa en lo que pretende plantear.

“Toda mi clarividencia se torna ignorancia en la vigilia”.
-Julio Cortázar-

El espectador se extravía en el fondo de un espacio abstracto laberíntico y se siente obligado a una máxima iniciativa, al cultivo de su percepción estética, y al afinamiento de su sensibilidad. La pintura de Tiresisas ahonda el límite entre la visión común y la visión plástica. Este cuadro de Nix Ruo no es una ventana abierta a un mundo familiar y seguro, sino a un mundo secreto y movedizo.


EL MITO

El mito de Tiresias es sumamente interesante por su acercamiento a la sexualidad. Relacionado con la clarividencia, nos referimos a una historia que también habla del transexualismo, del placer femenino, del vouyerismo y que estaría estrechamente relacionado con el famoso Complejo de Edipo.

Tiresias fue el adivino más importante en la mitología griega. Aparece en un sinnúmero de episodios, en distintas obras, escritas por diferentes autores. Incluso, su figura ha seguido utilizándose en creaciones posteriores, algunas de ellas contemporáneas.

La característica más evidente de Tiresias fue, quizás, su condición de ciego. Podía ver el futuro, pero era invidente. Así era como los griegos plasmaban el sentido último de la tragedia: situaciones paradójicas, sin salida, en la que un don siempre implicaba un castigo, y viceversa.

La transexualidad de Tiresias

Una de las versiones más conocidas sobre el origen de Tiresias señala que él caminaba por los campos cuando vio a dos serpientes apareándose. Quiso separarlas y para ello les dio un fuerte golpe fuerte, a raíz del cual murió la hembra. Debido a ello, el propio Tiresias se convirtió en mujer.

Siete años más tarde, ocurrió algo similar. Nuevamente sorprendió a dos serpientes apareándose y las golpeó con su bastón, pero esta vez mató al macho. Entonces, él mismo volvió a ser un varón. Tras esos incidentes, el dios Zeus y la diosa Hera, su esposa, entraron en una fuerte discusión acerca de quién sentía más placer sexual: los hombres o las mujeres.

Como Tiresias había tenido ambos sexos, los dioses lo llamaron para consultarle y que sirviera para poner experiencia en la polémica. Al preguntarle, Tiresias dijo que la mujer sentía más placer.

Esto enfureció a Hera, que se sintió avergonzada y humillada frente a su marido. Así que castigó al mortal quitándole la vista, pero Zeus, para compensarlo, le otorgó el don de la adivinación.

Nota:

Para Nix Ruo esta obra es una surte de noesis. Del griego "noein" (intuir, pensar) la noesis es la actividad del pensamiento ("nous") por la que éste accede a un conocimiento directo e inmediato del objeto. Se opone, pues, tanto a la percepción sensible, que requiere la mediación de los sentidos, como al pensamiento discursivo ("diànoia") que recurre a la mediación del razonamiento y/o del cálculo. Para Platón la noesis representa el grado más elevado de conocimiento, al ser la única capacidad del alma que permite la captación directa de las Ideas, de la verdadera realidad.


Comentarios