Las pinturas de Nix incrementan el deseo de saber, de descubrir y conocer. Su obra "Los Curetes" que se encuentra exhibida permanentemente en el Centro Cultural Florencio Ameghino genera en todos aquellos que visitan el lugar un impulso a retratarse con dicha pintura que se encuentra en el Salón Central.
(…) la función de la mirada es central en el proceso de subjetivación no sólo porque está estrechamente ligada con el deseo de saber, de descubrir y conocer el mundo, sino también como una parte fundamental de la estructura humanizante que los otros le proveen al recién nacido. Para el psicoanálisis, la mirada de la madre (o quien encarne esa función) humaniza al bebé en un juego especular en el cual el bebé mira que es mirado por la madre. Al mismo tiempo, si la mirada pretende volverse totalizadora (pensemos en aquella madre que pretende “no sacarle los ojos de encima” a su hijo) también constituye un peligro para el sujeto. 
El control continuo proveniente de una mirada aplastante no permite el surgimiento de espacios para la soledad y la privacidad, condiciones para la subjetivación igualmente importantes. De esta forma, la pulsión escópica, esto es, la pulsión de mirar se ubica en un lugar fundamental para descubrir que hay más allá de lo evidente. Trascender la imagen. Buscar la idea de la imagen no dicha. Esa brecha es la que interpela al espectador.
El arte de Nix Ruo es un estilo que hace foco en los detalles cromáticos y los profundiza a través de la acentuación de los rasgos por la cantidad de material aplicado reforzando lo más significativo. Expresa además, la actitud de tenerse en pie en la era de la complejidad y la incertidumbre.
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