Troya Eterna, pieza inaugural de la nueva serie "Pandora" continuadora de la Teogonía Plástica, revela la evolución de Nix Ruo: del abstracto absoluto a "fondo y forma" integrada, donde fondos de espátula tradicional —blancos luminosos, rojos voraces, grises profundos, celestes etéreos sobre gesso rugoso— actúan como sustrato primordial para líneas negras gestuales innovadoras que delinean cartografías aéreas como mapas GPS estéticos trazando rutas invisibles sobre la ciudad mítica
Troya Eterna
Acrílico sobre lienzo 120 x 120 cm
Estas líneas —trazo ágil expresionista, presión variable— evocan una suerte de mapa troyano desde perspectiva aérea, con almenas, torres y murallas "bien fundadas", "fuertes" y "robusta" que Homero exalta, resistentes a diez años de asedio hasta caer por engaño equino. Alternativamente, emergen símbolos arcaicos divinos: murallas erigidas por Poseidón y Apolo bajo Zeus para Laomedón, vulneradas por Hércules en venganza por impago tras matar la serpiente marina, dejando a Príamo como heredero. Como mapa antiguo ocultando tesoro —tradición de rollos qumraníes o pergaminos piratas señalando riquezas en lugares remotos—, Ruo subvierte la búsqueda externa: el lienzo guía hacia tesoros escondidos en el interior humano, no oro material sino potenciales divinos, sombras junguianas integrables y esperanzas resilientes, impulsando introspección sobre la condición humana fragmentada.
Resignificación Pandórica: Introspección y Curiosidad Ética
En la nueva serie "Pandora", Ruo vincula Troya al ánfora hesiódica —cosmogónica en "Teogonía", moral en "Trabajos y Días"— como caja de límites infranqueables: murallas conteniendo males bélicos pero reteniendo trascendencia, reinterpretación viva del mito que resignifica la condición humana hacia autodescubrimiento. Líneas negras picassiannas ("yo no busco, yo encuentro") sobre fondos rothkianos ("el color es materia prima de la emoción") generan sinestesia: GPS digital confronta simbología tesorera interior, urgiendo délfico "γνῶθι σεαυτόν" (conócete a ti mismo) ante fragmentación algorítmica —scrolls compulsivos que extravían del yo profundo. Ruo impulsa introspección radical: el mapa no promete riquezas externas sino fortificaciones internas contra asedios modernos (alienación digital, crisis existenciales), revelando que el verdadero tesoro —esperanza pandórica, plenitud relacional (eco Nédoncelle "yo-tú")— yace en explorar el caos interior para forjar trascendencia auténtica. Troya Eterna proclama: no caída por fuerza externa, sino elevación por curiosidad introspectiva que desentierra lo eterno desde dentro

Comentarios
Publicar un comentario