La historia cuenta que los dioses crearon a Pandora para vengarse de Prometeo por robarles el fuego, y al darle una caja prohibida, ella cedió a la curiosidad y la abrió, liberando así los sufrimientos en el mundo pero a la vez guardando la esperanza. La máxima délfica "γνῶθι σεαυτόν" (gnóthi seautón) —"conócete a ti mismo", inscrita en el templo de Apolo que Nix estampa en esta pintura— resuena con la curiosidad de Pandora al abrir su caja: cada ser humano es esa caja pandórica personal, conteniendo males reprimidos (ira, envidias, sombras junguianas) junto a esperanzas latentes y potenciales divinos. Abrirnos al autoconocimiento equivale a ese gesto irrevocable: libera impulsos destructivos y catarsis liberadora, pero retiene esperanza como antídoto resiliente, urgiendo disciplina socrática para integrar caos interior hacia plenitud trascendente. Así, la curiosidad introspectiva no destruye, sino que forja a la persona completa ante fragmentación contemporánea
CURIOSIDAD
Acrílico sobre lienzo 120 x 120 cm
La acción de Pandora —al abrir la caja por curiosidad, liberando males como enfermedades y odios, pero reteniendo la esperanza — simboliza la realidad humana: una fuerza impulsiva que desata caos pero fomenta descubrimiento y resiliencia, impulsando avances científicos, innovaciones tecnológicas y exploraciones cósmicas que elevan la condición humana.
Nix Ruo la resignifica en su serie "Pandora" donde otros mitos primordiales emergen de su paleta pictórica cruda, mediante cajas simbólicas abiertas en cuatro lienzos que conforman una sola obra. Distinguida por sus trazos gestuales irrumpiendo sobre fondos despejados, liberando formas para catarsis visual, evocando como decía Rothko que "el color es la materia prima de la emoción". A la vez pinta la frase "conócete a ti mismo" en griego es γνῶθι σεαυτόν (gnóthi seautón). Esta máxima, inscripta en el templo de Apolo en Delfos ahora Nix la estampa interpelando a cada persona que se detenga frente a su pintura.
Ruo captura las contradicciones del ser humano con colores vibrantes de base: rojo, naranja, azul claro y grises que representan impulsos liberados, para luego estampar sus líneas curvas ascendentes insinúan esperanza perseverante —connotación positiva de la búsqueda como motor de ciencia (descubrimientos médicos, vacunas) y tecnología (IA, exploración espacial)—, fusionando figuración mitológica con abstracción intuitiva en esta génesis plástica —eco de Picasso: "Yo no busco, yo encuentro", donde la curiosidad crea hallazgos inesperados.
Las consecuencias no deseadas emergen en tensiones cromáticas de los ideogramas conformados por una suerte de neo-simbolismo espontáneo —rojos saturados para desdicha impredecible, blancos luminosos para redención—, donde la exploración pictórica interpela al espectador a confrontar impulsividad digital como scrolls compulsivos que fragmentan el alma, ordenando caos rothkiano en campos emocionales.
Ambas pinturas de la serie Pandora
Desde lo junguiano, la curiosidad pandórica explora la Sombra —deseo por lo desconocido que Ruo plasma en los espirales blancos invitando a integrar lo reprimido sin autodestrucción, como dioses primordiales emergiendo del caos, con Rothko buscando "expresar emociones humanas básicas: tragedia, éxtasis, destino".
Aquí el espiral simboliza el cambio constante, el crecimiento, la evolución y el viaje interior. Representa el ciclo de la vida, que incluye nacimiento, muerte y renacimiento, y la energía en movimiento, ya sea en el universo o dentro de uno mismo. Se puede interpretar como una búsqueda hacia un punto central de comprensión o como una expansión hacia afuera de la conciencia.
Así como Pandora liberó con su curiosidad los males y las esperanzas contenidas en la caja, el autoconocimiento implica abrirnos a nuestras propias contradicciones, deseos, miedos y esperanzas, enfrentando tanto nuestras fortalezas como los aspectos no reconocidos o reprimidos. Esta apertura, aunque arriesgada, es necesaria para el crecimiento personal y la trascendencia, pues reconocer y entender nuestra "Sombra" nos habilita a vivir con mayor autenticidad y esperanza en medio de la condición humana.


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