EL ARTE EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

La aparición de una pandemia como el COVID-19 ha sido imprevista absolutamente. La crisis torna imperioso pensar el presente. Las artes plásticas están para abrir horizontes, pensar el futuro, comprender el presente en su complejidad, son tareas claves para transformar las injusticias y las desigualdades. El arte nos recuerda la importancia de activar espacios colectivos y singulares preservando las sensibilidades. 
por Matías Constante


"Los Curetes" de Nix Ruo 
Acrílico sobre lienzo de 120 x 120 cm.
Surgida en plena Pandemia del COVID19

Históricamente, no sería la primera vez que la virología y el arte se combinan en reconocidas obras de pintores y fotógrafos que retrataron ese momento histórico. Como el “Selvportrett i spanskesyken” (1919) sobre “la gripe española”, de cuya incidencia se conservan impresionantes galerías fotográficas como “The ‘Forgotten’ Epidemic” recopilada por Chris Wild, o “Photos of the 1918 Flu Pandemic” por Alan Taylor. Más conocida aún es la peste, pandemia mortal y protagonista de pinturas como “La Peste Negra en Tournai” (Gilles Li Muisis, 1349), “L’Intervention de saint Sébastien pendant la peste à Rome” (Josse Lieferinxe, 1498) y “Die Pest” (Arnold Böcklin, 1898).

Un lugar único en Buenos Aires es CAMARGO 1020 ESPACIO ARTE que aloja e impulsa a los artistas plásticos emergentes aún en tiempos difíciles como el actual. Para los artistas que siguen produciendo arte "El futuro no es aquello que va a suceder, sino es el proyecto de construcción colectiva que hilvana, en el contexto general, nuevos horizontes y nuevos modos de andar" como dice su Director General, Maximiliano Florencio, que actualmente se prepara el reinicio de las actividades bajo estrictos protocolos que establece la Ciudad de Buenos Aires. 

Allí se encuentra la exposición permanente del artista plástico Nix Ruo. Al ser consultado nos expresó que las personas que se dedican al arte pueden adaptarse mejor al confinamiento porque suelen ya estar sometidos a cierto «aislamiento» y que las actuales circunstancias puede favorecer su concentración y reducir ciertas distracciones, aunque lamenta no poder desplazarse hasta CAMARGO 1020, donde trabaja con estructuras de gran envergadura que utiliza en la creación de sus obras.

Detalla que suele trabajar con colores fuertes y nuevas inspiraciones a través de instalaciones espaciales que abordan cuestiones relacionadas con los ejes principales de las TEOGONIAS: el tiempo, lo cíclico, las realidades, la vida, la muerte, el amor, el deseo, la sexualidad, la venganza, entre otros tópicos que son disparadores mitológicos de todos los tiempos.

Cuando Nix Ruo explica la concepción de algunas de sus pinturas, empieza narrando una historia para aclarar su punto de vista, y luego durante la parte intermedia de la his­toria, explica ciertas sabidurías y verdades. La Teogonía siempre estará relacionada con la Cosmogonía, eso es, la historia mitológica que cada cultura tiene para explicar el origen del universo. «Me interesan mucho los ciclos universales, cómo se mueven las percepciones de la realidad en los diferentes contextos, cómo toda esta cuestión temporal incide sobre la naturaleza. El Coronavirus ha ingresado en esa lógica estética. También me interesa ver cómo el espectador se relaciona con la obra en la sala o en forma virtual una vez expuesto. En estos días sabemos que el arte nos alivia, nos transforma y nos eleva un cachito de tanta situación compleja y difícil que transitamos como humanidad», resalta Nix quien en tiempos de Covid19 ha producido una serie de nuevas obras «que refuerzan la idea de temporalidad y mirada trascendente» como el caso de "Los Curetes" llena de simbolismos con un intento liberador de reflejar lo que estaba pasando y lo que estaba por llegar.

Las circunstancias vitales de hoy en día fuerzan a la personas en pos de una lucha excesiva sin trascendencia. Este período convierte a los seres humanos en autómatas. Ciega los sentimientos de misericordia y aniquila la parte espiritual del ser humano. La persona actual se sumerge tan profundamente en actos y acciones para poder ganarse la vi­da que parece haber olvidado de dónde vino y adónde irá finalmente. Ya no escuchan las verdades transmitidas por los antiguos mitos, profetas, santos, grandes filósofos, académicos, ancianos y poetas. Siguen insistentemente a sus egos superficiales y por lo tanto pierden sus aspectos humanos de manera casi completa. 

Las historias plasmadas dinámicamente a través del color de la "TEOGONIA PLASTICA DEL SIGLO XXI" rescatan de esa estreches mental, reconfortarán al pesimista dolorido en este mundo paralizado por un virus, hablándole de la eminencia y la belleza del corazón, de las emociones y de las historias que inspiran a nuevas posibilidades.


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